FERROL, GALICIA
Tras elegir el año pasado una power ballad para representarles en Eurovision (Bridges, de Alika), este año Estonia cambió totalmente el ritmo y decidió apostar por una canción divertida y distintiva, que ya hace tiempo que es un exitazo en el país: (nendest) narkootikumidest ei tea me (küll) midagi, de 5MIINUST y PUULUUP. Una propuesta que aúna música electrónica con folk, en el que están muy presentes instrumentos de cuerda de la isla de Hiiumaa, uno de los condados más pequeños del país.
Esta propuesta fue una de las favoritas del jurado y eso le permitió acceder a la superfinal, que acabó ganando gracias a su victoria en el televoto.
La lista de temas que irán a Eurovision va aumentando semana por semana, y esta no ha sido la excepción. Este sábado se celebró la final de cuatro preselecciones: la de Dinamarca (Dansk Melodi Grand Prix), la de Lituania (Eurovizija.LT), la de Moldavia (Etapa Națională) y la de Estonia, el Eesti Laul, que culminó con la victoria del conjunto de electrofolk.
Diez actuaciones
El país báltico tenía 10 temas en liza para competir por el puesto de representante en Eurovision. De estos 10, 5 ya habían sido seleccionados directamente para la final, y otros 5 obtuvieron sus plazas al haber pasado por una semifinal.
El primero en jugarse la plaza para Malmö fue el grupo Brother Apollo, que defendió Bad Boy, un tema que buscaba ser rockero-metalero, desenfadado y sarcástico. La banda interpretó la canción acompañada de grafismos que rezaban ‘bad boy’ y de columnas de pirotecnia, pero lo más llamativo de la actuación llegó después del puente, cuando los artistas se quitaron pantalones y chalecos y se quedaron en calzoncillos en el escenario. La performance terminó con un plano a las nalgas del vocalista, que tenían escrito ‘Bad Boy’.
El tono cambió totalmente con la actuación de Carlos Ukareda, que trajo una atmósfera muy melancólica con Never Growing Up. Este tema de pop indie no necesitó de demasiados artificios, más que la propia interpretación con la banda y los coristas, alguna proyección por detrás del vocalista y las luces que ondeaba el público.
El carácter melancólico se mantuvo también durante la actuación de Ewert & the Two Dragons, que presentaron Hold Me Now. Esta, un tema folk, se presentó de forma sencilla, con la banda tocando sus instrumentos (entre ellos, unas panderetas) y algunas proyecciones. La realización ayudó a construir el ambiente, con planos bastante cerrados y un filtro blanco y negro, que desapareció en el tramo final de la canción.
Y tras 3 temas seguidos en inglés, era hora de que el estonio subiese a la palestra, y lo hizo con Anet Vaikmaa y Serotoniin [«Serotonina»], un tema de pop-rock con synths, animado pero también de un carácter algo nostálgico. El atractivo de la canción estaba en la propia performance, caracterizada por el color rojo en el fondo y en las luces.
A Anek Vaikmaa la sucedió uno de los grandes favoritos de la noche: Ollie. El rockero, que ya había participado en el Eesti Laul 2023 con Venom, volvió este año con My Friend. El artista abrió al piano, en un escenario muy oscuro y con apenas luces, y algunos efectos de iluminación casi oníricos al caer los beats. El ambiente cambió al romper la canción; Ollie ya aparecía con su banda, interpretando este tema metalero con luces frenéticas y pirotecnia. Hubo un fallo en la retransmisión y la actuación se quedó colgada unos segundos al tenderse el cantante hacia el público, pero tras el incidente todo continuó sin problemas.
Al desgarro de Ollie le siguió la delicadeza y dulzura de Daniel Levi, que interpretó Over The Moon. Sobre una plataforma y con una luna proyectada a sus espaldas, Levi cantó su balada con una sonrisa, envuelto por un público que alzaba luces y con farolillos en el techo.
También sensible fue la propuesta de la pareja formada por Uudo Sepp y Sarah Murray, que cantaron un tema llamado Still Love. Empezaban sentados de espaldas el uno al otro, sobre una enorme plataforma, interpretando en penumbra y con unas luces jugando sobre ellos. Uno de los principales atractivos de la actuación fueron sus bailarines, una pareja haciendo una coreografía de contemporáneo para evocar la letra del tema. Hacia el final de la canción, Sepp y Murray se levantaron y se cantaron el uno al otro, para acabar con un cálido abrazo.
Y parón a las canciones lentas; después de Still Love fue el turno de Peter Põder con Korra Veel [«Una vez más»]. Un tema synthpop, de inspiración ochentera, en que lo que más llamó la atención fue su uso de la IA (inteligencia artificial) usada como rotoscopia, para recrear distintos personajes cambiantes sobre los intérpretes. También, y evocando ese carácter retrofuturista, aparecieron grafismos que leían los nombres de los miembros de la banda. Una performance muy llamativa.
Y llamativa también fue la actuación que siguió a Korra Veel, otra de las grandes favoritas de la gala y un enorme éxito en Estonia: (nendest) narkootikumidest ei tea me (küll) midagi [«(no) sabemos nada sobre (estas) drogas»], de 5MIINUST y PUULUUP. Una propuesta muy desenfadada y pegadiza, con la que el público se involucró muchísimo. Empezaban cantándola desde debajo del escenario, entre la gente, y luego toda la diversión y el baile se trasladaban al escenario, rodeados de luces amarillas y humo.
Después del subidón de 5MIINUST y PUULUUP, la última actuación en competición rebajó el tono y subió la emotividad. La conclusión corrió a manos de Nele-Liis Vaiksoo y su power ballad Käte ümber jää, que interpretó el tema sobre una nube de humo, y amparada por las luces de sus focos y las que levantaba el público.
Ollie contra 5MIINUST y PUULUUP
Las primeras votaciones de la noche decidirían qué tres actuaciones pasarían a la superfinal, las que obtuvieran las mayores puntuaciones. El top 3 de jurado fueron, en orden ascendente, 5MIINUST y PUULUUP, Nele-Liis Vaiksoo y Ollie, que recibió el 12 del jury nacional.
Las tornas cambiaron drásticamente en la superfinal, en que la puntuación dependía solo de televoto. La tercera clasificada fue Nele-Liis Vaiksoo, y al final el oro se lo llevaron 5MIINUST y PUULUUP, que se alzaron favoritos de la audiencia (y ganadores de todo el certamen) con un 60% de los votos. Ollie tuvo que volver a conformarse con la plata, tras quedar también segundo el año pasado.
MADFAN 