MADRID
La madrileña Dora nos regala un adelanto de su próximo álbum donde nos transporta a paisajes bucólicos y vanguardistas a través de la atmósfera que genera al fusionar elementos de ambient con post-rock. Un sonido que encaja a la perfección con su compañera de canción, María Arnal.
La delicadeza de Camino a Roma es tan palpable como intangible. Así es, que hace inevitable que esa sutileza y sensibilidad que empapa las canciones de Dora acabe por abrazarnos. Este tema es tan solo el entrante de un álbum debut en el que la hija de Bimba Bosé hará gala de su versatilidad presentando un amplio abanico de estilos, géneros y sonidos que van más allá del pop. Para esta esta ocasión, la madrileña se aventura en territorios vanguardistas, contando con la colaboración de María Arnal, una cara más que reconocible en la escena actual.
La canción evoca una melancolía latente traducida en una suave melodía ambiental que busca acunar y reconfortar. Un susurro lleno de ternura nos asegura que todo estará bien, mientras experimenta una progresión constante que resulta hasta hipnotizante. De repente, un giro inesperado: una explosión sonora que abraza los elementos más luminosos y electrizantes del post-rock. Los juegos vocales entre Dora y María Arnal se convierten en otro instrumento compositivo, transportándonos a los paisajes bucólicos y etéreos que exploran (y explotan) en esta pieza musical.
La canción cuenta con la contribución de Pional a cargo de la producción, mostrando su maestría que brilla en armonía con las personalidades únicas de ambas cantantes.
Y es que, con Dora, solo podemos anticiparnos a lo imprevisible.
MADFAN 